¿Por qué a mi? (Por Susana Melgarejo)
Desde hace muchos años el trabajo, la economía, las relaciones sociales entre hombre y mujeres están determinadas “una división social del trabajo, que es también una división sexual”.
Susana Melgarejo
Es la pregunta recurrente cuando te sentís afuera, cuando todos tus esfuerzos no alcanzaron para llegar, cuando a pesar de tener más experiencias o acreditaciones quedas estancada en el mismo lugar.
¿Porque a mí?
Es la pregunta reflexiva que intenta buscar en una misma, la respuesta que está afuera.
Es la pregunta que se realizan millones de mujeres, cuando ven frustradas sus expectativas, laborales, económicas , académicas y políticas
En esta serie de artículos propongo que me acompañen a revisar porque en el siglo XXI, y a pesar de las luchas de las mujeres y los avances en materia de género, esto nos sigue sucediendo.
Para esto vamos a recorrer brevemente algunos hitos de la historia y vamos a reflexionar sobre cómo nos impacta el sistema patriarcal.
Desde hace muchos años el trabajo, la economía, las relaciones sociales entre hombre y mujeres están determinadas “una división social del trabajo, que es también una división sexual”.
Esta división social/sexual, nos constituye, porque ha sido parte de nuestra historia, y también es parte de nuestro presente, se instala en base a la suposición de un orden natural (y binario), donde hombre y mujeres son “naturalmente“ destinados a ciertas cuestiones.
Las mujeres según este orden natural, serán sensibles, tolerantes, amorosas. Podrán procrear pero además tendrán habilidades naturales para criar y para cuidar de los demás.
Los hombres por su lado, serán resistentes, firmes, productivos, tendrán habilidades lógicas, por lo cual podrán proteger y sostener además de su hogar, las dificultades que proporciona el mundo de lo público.
Esta división social/sexual del trabajo, escinde las habilidades y la competencia de lo público (ámbito de responsabilidad masculina) y de lo privado (ámbito de responsabilidad de lo femenino)
Generando un sistema en el que existe una jerarquía en la relación público-privado, proveedor- organizador, autoridad en la crianza- ejercicio de la crianza. En síntesis una jerarquía en las relaciones de poder hombre-mujer, donde hay una subordinación, una desigualdad.
Conceptualmente, el patriarcado es un tipo de organización social cuya autoridad y poder recae en el varón con mayor autoridad de la familia o grupo social, llamado patriarca. De allí que el patriarcado establezca el dominio masculino sobre la figura femenina y los demás miembros de un grupo familiar y social.
El patriarcado, se ejerce, se pone en vigencia a través de distintos mecanismos, conductas, acciones, actos que reafirman esta supremacía. Se traducen en chistes, conductas estereotipadas, modelos vigentes para ejercer de manera “correcta” nuestras feminidades y masculinidades.
Pero de donde vienen, como se constituyeron, porque siguen vigentes??..
Definí arbitrariamente y solo como ejemplo tres momentos socio históricos económico y políticos: la revolución francesa, la revolución industrial y como tercer momento el capitalismo moderno.
Para seguir explorando les espero la semana próxima y les invito a seguir pensando (nos) .