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Dar la palabra » Política » 1 feb 2021

El Apocalipsis (Por Alejandro Rojo Vivot)

Diferentes pestes acompañaron e incidieron notablemente en el desarrollo de las personas y sociedades a lo largo de los siglos desde los más arcanos tiempos, hasta el presente y es de suponer que continuará de la misma manera.


Por:
Alejandro Rojo Vivot

“Y de este ser abandonados los enfermos por los vecinos, los parientes y los amigos, y de haber escasez de sirvientes se siguió una costumbre no oída antes: que a ninguna mujer por bella o gallarda o noble que fuese, si enfermaba, le importaba tener a su servicio a un hombre, como fuese, joven o no, ni mostrarle sin ninguna vergüenza todas las partes de su cuerpo no de otra manera que hubiese hecho a otra mujer, si se lo pedía la necesidad de su enfermedad; lo que en aquellas que se curaron fue razón de honestidad menor en el tiempo que sucedió”. (2)

                        Giovanni Boccaccio (1313-175)

Diferentes pestes acompañaron e incidieron notablemente en el desarrollo de las personas y sociedades a lo largo de los siglos desde los más arcanos tiempos, hasta el presente y es de suponer que continuará de la misma manera.

Asimismo, es notorio cómo se mantienen algunas cuestiones referidas al comportamiento de los individuos: doblegarse en cuanto al ejercicio de derechos fundamentales ante el miedo, aceptación de mentiras o flagrantes e impúdicas contradicciones propaladas por los ineficientes poderes públicos, mengua en el interés por la corrupción de quienes administran los recursos aportados por los contribuyentes, peleas entre facciones a espaldas de los intereses de la gente, etcétera.

Con alguna asiduidad varios libros han registrado, desde diversas perspectivas, a las sucesivas epidemias y sus respectivos estragos, con frecuencia con poca información científica o, inclusive, como castigo divino por pecados cometidos por la humanidad.

A la Biblia, que algunas religiones la consideran como un texto sagrado dado que fue escrita por revelación divina directa a sus autores al comenzar la era cristiana, aunque algunos estudiosos ubican a principios de la Edad Media Temprana, en Europa, como parte de la estrategia de difusión y adoctrinamiento. Está compuesta de dos partes bien diferenciadas: antiguo y nuevo testamento.

 

La última obra es el “Apocalipsis” o “Revelaciones” cuya redacción fue de, probablemente, Juan, (3) canonizado por la Iglesia Católica. Es netamente simbólico y profético, lo que recuerda a algunos discursos y declaraciones de políticos, inclusive de los que suponen la existencia de manos negras, agradecen a Dios haber estado enfermos, etcétera, como si fueran parte del “libro de la vida” e integrantes de “la nueva Jerusalén”. (4)

Recordemos que al abrirse el cuarto sello surgió un “viviente” en “un caballo bayo, (5) y el que cabalgaba sobre él tenía por nombre Mortandad, y el infierno le acompañaba. Fueles dado poder sobre la cuarta parte de la tierra para matar por la espada, y con el hambre, y con la peste, y con las fieras de la tierra”. (6) Los reyes de la tierra, y los magnates, y los tribunos, y los ricos y los poderosos, y todo siervo, y todo libre se ocultaron en las cuevas y en las peñas de los montes. (7) (8)

NOTAS Y REFERENCIAS

1) En 2020 publicó 140 artículos periodísticos en diversos medios de comunicación social de varias ciudades.

2) Boccaccio, Giovanni. Decamerón. Laurna. Página 9. Madrid, España.

3) Entre 96 y 98, mientras estuvo desterrado por orden del emperador romano (81-96) Tito Flavio Domiciano (51-96) en la isla de Patmos. Los datos biográficos son aproximados.

4) Juan. Apocalipsis. Capítulos 6 versículo 8), 20, versículo 15) y 21, versículo 2). Biblioteca de Autores Cristianos. Vigésima segunda edición. Madrid, España. 1967.

5) “Simboliza la peste, el tercer azote con que Dios castiga a la humanidad y que suele andar en compañía” del hambre y la guerra. Nota al pie de página, del versículo 8).

6) El pormenorizado detalle es un buen ejemplo del adjetivo apocalíptico; además de la enfermedad y la muerte, se suceden entre los sobrevivientes el hambre, la violencia, los robos, la anomia, el autoritarismo, etcétera.

7) Juan. Apocalipsis. Capítulo 6, versículos 8) y 9). Biblioteca de Autores Cristianos. Vigésima segunda edición. Madrid, España. 1967.

8) Otro castigo Divino durante las hambrunas fueron suplicios durante cinco meses, coincidiendo con lo que duró una peste en Asia.

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