sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº2341
Dar la palabra » Sociedad » 10 dic 2020

Historias y reflexiones

PODCAST. NOSOTROS los Fueguinos II. Capítulo 5. Carrera contra el tiempo (Por Gabriel Ramonet)

Están apurados y no les importa nada. Cuando leas estas líneas ya habrá pasado. Ya habrán fingido atención. Ya habrán tomado exámenes que nunca leerán. Que jamás tendrán notas. Pero hay un tiempo más valioso que el de ellos. Es el tuyo.


 

Tic tac, tic tac, tic tac.

Media hora. Treinta minutos. Mil ochocientos segundos.

Menos de una hora cátedra en un colegio secundario.  Unas veinte páginas leídas de un libro. Dos caramelos en la boca.

Ese es el tiempo que va a tomarse el Consejo de la Magistratura de Tierra del Fuego para evaluar si una persona es capaz de ser juez del Superior Tribunal de Justicia.

Ese es el lapso que van a tener los siete consejeros para percibir si el postulante es capaz de resolver en la máxima instancia provincial, sobre el patrimonio, los derechos y la libertad de las personas.

Un trote leve por la costanera. Un partido de truco. Un trámite en el banco.

Tic tac, tic tac, tic tac.

El reloj comenzó a correr con la jura del gobernador Gustavo Melella, hace menos de un año. La alianza Forja incluía el apoyo del sector del Movimiento Popular Fueguino que responde a la familia Loffler, y traía implícita la transacción. Un proyecto de ley para ampliar el Superior Tribunal de tres a cinco jueces, de manera de generar las vacantes para el camarista Ernesto Loffler y para quien dispusiera el PJ, el otro socio necesario e interesado en la maniobra.

A Melella, quien según sus propios dichos, le interesaba “separar a la política de la designación de jueces”, lo acorralaba su propia situación judicial, como imputado en una causa por presunto abuso sexual coactivo de tres obreros de la construcción.

Tic tac, tic tac, tic tac.

Sobrevino la pandemia. Crisis sanitaria y económica. Miedo, muertes, cambio en la forma de vida. Apenas un atraso. Melella no podía ni quería aparecer como interlocutor de la ley. Hacía falta un mentor. Y ese fue el propio presidente de la Corte, Gonzalo Sagastume. Trámite legislativo veloz. Todo rapidito. Hacía falta un vocero legislativo. Y ese fue el capataz del MPF, Pablo Villegas, que de paso integra el Consejo de la Magistratura. Sanción, promulgación, llamando a concurso. Apurarse, llegar. No importa cómo.

Tic tac, tic tac, tic tac.

Ficción de concurso. De antemano se sabe quiénes será elegidos. El tema es saltear los problemas que se presenten. Y llegar antes de la fecha para el festejo, que ya está organizado.

El Fiscal de Estado, Virgilio Martínez de Sucre, integra el Consejo de la Magistratura pero no está dispuesto a cualquier cosa. Ya objetó judicialmente un decreto que faculta al gobernador a revisar la selección que haga el Consejo. No tuvo éxito. Ahora, con mucho criterio, pide que antes de seguir con el concurso, al menos estén terminados los estudios médicos de los postulantes. También exige que se recolecten los antecedentes (fallos, expedientes) de las impugnaciones presentadas contra dos de los candidatos: uno de ellos Loffler. Dice que una vez cumplidos esos requisitos, recién se podría hacer la votación para definir qué aspirantes pasan a la etapa de las entrevistas y los exámenes escritos (que no son exámenes porque no hay nota ni jurado académico).

Tic tac, tic tac, tic tac.

No hay tiempo para nada de eso. Hay que elegir antes del 16 de diciembre. Cuando vencen los mandatos de los consejeros abogados. Nueva convocatoria para el día siguiente, víspera de feriado largo. Se demora dos horas el inicio. El Fiscal de Estado no está presente. Avisa que no puede ir.

El Consejo resuelve todos los planteos del Fiscal en menos de 24 horas. O sea que en un día recolectaron sentencias y expedientes de las impugnaciones (incluso de la Justicia Federal) y les notificaron a los impugnados.

De paso, no encuentran impedimentos para convocar a los postulantes a las entrevistas y a los exámenes escritos, en los dos primeros días hábiles después del feriado.

Luego de la maratón de impunidad, los consejeros van a evaluar a 15 candidatos a jueces del Superior Tribunal de Justicia en 48 horas. En un día van a hacer 15 entrevistas, y en otro van a tomar 15 exámenes.

Todo cuando algunos postulantes todavía ni siquiera terminaron los estudios médicos.

Tic tac, tic tac, tic tac.

Se aprovechan de que la gente tiene otras preocupaciones, como la crisis derivada de la pandemia, para avanzar en una de las mayores interferencias del poder político sobre el judicial, en la historia de Tierra del Fuego.

Solo nos queda a todos los que podamos tomar conciencia de lo que está ocurriendo, dejar testimonio de este verdadero escándalo institucional. Uno más que será recordado por la Historia. Uno más para Justicia Adicta II.

Un turno en el médico. Menos que el capítulo de una serie de Netflix. Un café con amigos. Una despedida en el aeropuerto.

En media hora van a entrevistar a los que deciden sobre tu honor, sobre tus derechos laborales, sobre los impuestos.

Están apurados y no les importa nada. Cuando leas estas líneas ya habrá pasado. Ya habrán fingido atención. Ya habrán tomado exámenes que nunca leerán. Que jamás tendrán notas.

Hay un tiempo más valioso que el de ellos. Es el tuyo.

¿Qué vas a hacer vos cuanto te enteres? ¿vas a decir algo? ¿vas a escribir una carta, un tuit, un posteo de Facebook? ¿vas a compartir este artículo?

Tic tac, tic tac, tic tac.

 

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