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Dar la palabra » Sociedad » 26 nov 2020

La peste (Por Alejandro Rojo Vivot)

Aquí la peste se desarrolla como los avances políticos autoritarios que buscan con coerción o violencia suprimir la libertad individual, expandiendo un pensamiento único aún con los fracasos que los caracterizan.


Por:
Alejandro Rojo Vivot

“-Supongo sabrás la noticia, ¿eh Basil? –dijo Lord Henry aquella noche al entrar Hallward en el reservado del Bristol (…).

-No, Harry (…). ¿De qué se trata? Espero que no será de política, ¿eh? Ya sabes que la política no me interesa. Difícilmente se encontraría una sola persona en la Cámara de los Comunes digna de ser pintada; aunque a muchos de ellos no les vendría mal un pequeño revoco”. [1]

 

                                               Oscar Wilde (1854-1900)

 

 

El arte de escribir tiene un directo correlato: la lectura; ambos elementos poseen una estrecha relación y mutuamente se retroalimentan; en ambos casos, con frecuencia generan un particular placer.

¿Qué sucedería si desaparecieran los autores de libros de ficción y toda la obra ya editada en cualquiera de los formatos?

Queda la pregunta planteada.

¿Qué sucedería si los seres humanos absolutamente dejaran de leer novelas, cuentos, poesía?

Varias son las respuestas posibles pero todas incluirían el desatino de desaprovechar una extraordinaria exclusiva facultad del género.

Que cada uno se ponga el sayo que le quepa.

Los gobernantes autoritarios o con sesgos en tal sentido, por un lado, crean la literatura oficial y, por el otro lado, sesgan la libertad de expresión y el derecho universal de cada ser humano de elegir qué desea leer.

Por otro lado cabe agregar que, diversos autores de gran reconocimiento se han ocupado de determinado tipo de peste como tema central de alguna de sus obras; dado la gravedad de la enfermedad y sus nefastas consecuencias podrían ser muchas más.

Es probable que uno de los más notorios escritores franceses, nacido en Argelia, [2] en las primeras décadas del Siglo XX sea Albert Camus (1913-1960), destacándose como periodista, [3] traductor del español al francés, [4] novelista, [5] lector de originales y, entre otras, activista político; [6] Premio Nobel de Literatura 1957, etcétera. [7] Su trabajo publicado: “La Miseria en la Calibia” [8] le significó perder el trabajo en el Diario del Frente Popular (1940), y ser perseguido políticamente. [9]

Asimismo, el reconocido y joven [10] intelectual francés, promocionado por el gobierno de su país, en 1949 viajó a Argentina para contribuir positivamente a acrecentar y diversificar las relaciones. En ese entonces era criticado ferozmente tanto por la derecha por sus antecedentes comunistas como por sus críticas al régimen autoritario de Rusia que lo calificaba públicamente criminales.

Un poco antes de su llegada a Buenos Aires el gobierno del General Perón, (1946-1951) que había sido antes uno de los principales jerarcas de la reciente dictadura militar, prohibió su obra de teatro “El malentedido” (Le Malentendu) (1944) por atea, como lo relata en su obra, publicada una vez fallecido, “Diarios de un Viaje”.

En definitiva, uno de los más grandes intelectuales y escritores universales, reconocido internacionalmente y de plena vigencia, se topó en Argentina con la bárbara e inexplicable censura. [11]

En este sentido vale también tener presente que el Presidente lee en Mendoza, su discurso de clausura [12]del I Congreso de Filosofía; oportunidad en que declaró, según algunas publicaciones, que el ensayo “La Nausea” de Jean-Paul Charles Aymard Sartre (1905-1980), [13] era una basura existencialista. [14]

Así mismo es importante recordar el desencanto público de Camus con la política autoritaria de Partido Comunista de Rusia, unas décadas antes de su estrepitoso fracaso que, a los años, reemplazó al Zar por uno nuevo: Vladímir Vladímirovich Putin, (1952) que estará décadas en el poder. (1999-2024).

 

 Su segunda novela, “La peste”, [15] la publicó con notable éxito en 1947 y pronto fue traducida a numerosos idiomas, manteniendo su vigencia en la actualidad.

La acción acontece en Orán, importante ciudad costera del Mediterráneo argelino, donde médicos y otras personas llevan adelante destacadas labores sanitarias y humanitarias; el prójimo está presente como el sacrificio propio sin que necesariamente tenga connotaciones religiosas, búsqueda fútil de prestigio circunstancial; es el deber ciudadano, sin partidismos ni búsqueda de provecho político, económico, etcétera; ¡tan distinto a la segunda década del Siglo XXI!

Aquí la peste se desarrolla como los avances políticos autoritarios que buscan con coerción o violencia suprimir la libertad individual, expandiendo un pensamiento único aún con los fracasos que los caracterizan; al mismo tiempo, la reacción pacífica de muchos de los miembros de la comunidad es aportando al bien general, aún a riesgo de perecer en el intento. Las grandes y pequeñas acciones son desarrolladas, con pericia, sin grandilocuencia ni zaraza, estadísticas falseadas, discursos triunfalistas de poca monta y nunca como seres supremos autoatribúidos mediante la construcción endeble de unipersonales relatos favorables.

Es una obra simbólica, en parte inspirada en la virulenta epidemia bubónica de 1849, que bien es oportuna leer en la segunda década del Siglo XXI; aunque sea por vergüenza ajena.

“Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen. (…)

Cada generación, sin duda, se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no lo rehará. Pero su tarea quizás sea más grande. Consiste en impedir que el mundo se deshaga”. [16]

 

Algún día, posiblemente, alguien nos pregunte: ¿Qué hiciste durante la pandemia? [17]

NOTAS Y REFERENCIAS

1) Especialmente invitado ha dado conferencias y cursos en varias universidades: Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, La Paz, Bolivia, Cándido Méndez, Río de Janeiro, Brasil, Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina, Montevideo, Universidad Nacional Ushuaia y Río Grande, Universidad Nacional San Juan Bosco, Comodoro Rivadavia, Punta Arenas, Universidad Fasta, Bariloche, Universidad Nacional del Comahue, Neuquén, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Buenos Aires, Universidad Nacional de Misiones, Posadas, Misiones,

 

[1] Wilde, Oscar. El retrato de Dorian Gray. Losada. Página 102. Buenos Aires, Argentina. 20 de septiembre de 1938.

[2] Colonia francesa desde 1848 hasta1962, mediante la guerra por la independencia que, desde 1957, llevó adelante el Frente de Liberación Nacional (FLN), siendo partido político único hasta 1989, aunque continúa en el poder hasta, por lo menos, el 2020, con resistencia de parte de losla población a pesar de las reiteradas reformas constitucionales.

[3] “Actuelles”: recopilación de sus notas periodísticas. 1950.

[4] Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), Lope de la Vega Carpio (1562-1635), etcétera.

[5] Por caso, en 1942: “El extranjero” y El mito de Sísifo”.

[6] Ojalá que algunos decidores verborrágicos, a veces a sueldo del Estado que se nutrió de los aportes privados, empleando recursos ajenos, encuentren en Albert Camus alguna fuente válida para la reflexión crítica.

[7] También tuvo una destacada intervención durante la Resistencia francesa contra la ocupación alemana, siendo uno de los cofundadores del periódico clandestino “Combat”; asimismo fue arquero en el Racing Universitaires dʹAlger (1928-1930) y creador del “Teatro del Trabajo” cuyas representaciones de calidad de la dramaturgia clásica, con actores aficionados, estaban destinadas a obreros favoreciendo el desarrollo cultural universal.

[8] Región de Argelia.

[9] Se distancia definitivamente del Partido Comunista por la política internacional llevada por Rusia, que se caracterizaba por el pensamiento único sin permitir el disenso y las cuestiones locales; la libertad individual de pensamiento ante todo.

[10] 35 años de edad.

[11] La sangrienta dictadura franquista también lo había censurado en España.

[12] 9 de abril de 1949. Teatro Independencia. El texto formó parte de su libro “La comunidad organizada”. A partir de 1948 todas sus obras fueron incluidas por la Iglesia Católica en su nefasto “Index Librorum Prohibitorum”, cuyo origen fue aberrante Inquisición

[13] Rechazó en 1964 a su nominación al Premio Nobel de Literatura por sus convicciones personales al respecto.

[14] Alaniz, Rogelio. Albert Camus y la censura peronista. El Litoral. Santa Fe, Provincia de santa Fe, Argentina. 4 de diciembre de 2013.

[15] El manuscrito se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia.

[16] Camus, Albert. La Peste. Sur. Buenos Aires, Argentina. 1948.

[17] “Lo que es natural es el microbio. Lo demás, la salud, la integridad, la pureza, si usted quiere, son un resultado de la voluntad, de una voluntad que no debe detenerse nunca”. Albert Camus, “La peste”.

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