Dar la palabra » Cultura » 6 jul 2020
Apuntes ciudadanos: humor desde siempre (Por ARV)
En Chile, como en muchos otros países por lo menos a partir del Siglo XVIII, desde los inicios de su organización nacional el humor político estuvo presente como parte relevante del debate. Recordemos que el generalizado analfabetismo aún en el Siglo XIX significó una gran dificultad para la difusión de noticias e ideas por escrito, por lo que, en muchos casos, el humor gráfico contrarrestó esa significativa limitación.
Por:
A.R.V. *
A.R.V. *
“El móvil de la producción de chistes inocentes es con gran frecuencia el vanidoso impulso de mostrar nuestro propio ingenio dándonos en espectáculo”. (1)
Sigmund Freud (1856-1939)
En Chile, como en muchos otros países por lo menos a partir del Siglo XVIII, desde los inicios de su organización nacional el humor político estuvo presente como parte relevante del debate.
Recordemos que el generalizado analfabetismo aún en el Siglo XIX significó una gran dificultad para la difusión de noticias e ideas por escrito, por lo que, en muchos casos, el humor gráficocontrarrestó esa significativa limitación en una parte importante de la población que, poco a poco, iba involucrándose políticamente.
En un comienzo fueron hojas sueltas, de pocos ejemplares impresos, a veces tildados de pasquines; (2) con frecuencia los textos eran anónimos, presentados verseados, con fáciles rimas.
En 1811 circularon, entre los oficialistas y opositores de la Junta de Gobierno de esa época y, muy particularmente, con motivo de la elección de diputados al Primer Congreso Nacional de Chile.
También en esos tiempos, de alto voltaje en las confrontaciones partidarias y personales, surge “La Linterna Mágica” de Manuel de Salas y Corbalán (1754-1841) que, asiduamente, se focalizó críticamente en el accionar de Juan Inocencio Martínez de Rozas Correa (1758-1813), miembro del Primer Congreso Nacional de Chile, (3) disuelto arbitraria y violentamente por José Miguel de la Carrera y Verdugo, luego de 51 sesiones fundamentales y precursoras en América Latina. (4)
En 1821 circuló, hoy en día muy conocida, la caricatura del general José de San Martín (con orejas de burro) montado en un asno (en vez de un poderoso corcel blanco); el animal tiene la cara del general Bernardo de O’Higgins, arreando mediante un látigo a un rebaño de ovejas que representa al pueblo chileno, mientras bebe (es de suponer alguna bebida alcohólica), lleva al cinto una muy larga espada (a diferencia del sable corvo propio de los militares de caballería), enormes espuelas y colgando el libro “Acuerdos de la Logia”. (5)
Hay poca información sobre la autoría y fecha exacta de esa obra, aunque se sabe que se difundió, principalmente, en Uruguay y Perú y que algunos autores se la atribuyen al general José Miguel de la Carrera Verdugo (1785-1821).
En 1858 el extraordinario artista plástico Miguel Antonio Smith Irisarri (1832-1877) también ya realizaba destacadas caricaturas tanto a políticos como a otros personajes de la época que poca gracia les causaba.
Asimismo colaboró con sus aportes de humor político gráfico en el “Correo Literario”.
El presidente (1906-1910) Pedro Elías Pablo Montt (1849-1910) procuró que las humoradas gráficascesaran, por lo menos cuando incluían su persona y su accionar; las tildó de “monos groseros”.
El periódico satírico político y social “La Linterna del diablo” se publicó en Santiago de Chile entre 1867 y 1876, con 18 páginas, marcando sin duda un valioso ejemplo de la actividad periodística de esa época, focalizando sus humoradas en Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1886), abogado, político e historiador de larga trayectoria.
(*) Alejandro Rojo Vivot