Dar la palabra » Urbanismo » 10 jul 2018
Debate sobre los edificios altos en Ushuaia
Seamos parte del urbanismo emergente (Por Josefina Sherriff)
¿Qué tipo de ciudad somos? ¿Qué tipo de ciudad queremos? Esas son las primeras preguntas que me planteo cuando me consultan si estoy a favor o en contra de la edificación en altura para Ushuaia.
¿Qué tipo de ciudad somos? ¿Qué tipo de ciudad queremos? Esas son las primeras preguntas que me planteo cuando me consultan si estoy a favor o en contra de la edificación en altura para Ushuaia.
Creo que tiene que ver con una cuestión de identidad. La Ushuaia que quiero no tiene que ver con rascacielos, tiene que ver con una ciudad que crezca de manera planificada, basada en la continuidad de políticas urbanas de desarrollo, sustentabilidad y preservación de patrimonio natural y arquitectónico.
La ciudad que quiero tiene que ver con la participación de actores públicos y privados y la aplicación de nuevos instrumentos normativos y de gestión, que evolucionen al mismo tiempo que la demanda habitacional, sin dejar de lado la responsabilidad institucional en el cuidado de nuestra identidad.
La nueva posibilidad de constructividad debería estar acompañada por la infraestructura en obras de servicios y, por qué no, con desarrollos que sean más sustentables e incorporen tecnología para obtener eficiencia energética y garantizar la accesibilidad, sin perder de vista nuestro estilo.
¿Y si hablamos de “urbanismo emergente”, como una nueva forma de participación ciudadana? Leyendo sobre el tema, encontré este término que me resulta muy atractivo y que sería algo así como encontrar las herramientas y mecanismos para que la sociedad se implique en esta nueva forma de pensar y planificar ciudades. Este, entiendo, es el único camino para que pensemos la ciudad en la que queremos vivir y para que la sintamos propia.
La identidad de una ciudad consiste en un conjunto de rasgos, que le dan un aire propio que la identifica y la hace reconocer como tal. Me atrevo a decir que un 90% de las personas que vivimos y amamos Ushuaia, sumado al imaginario de los turistas nacionales o internacionales, no la identificamos con la construcción en altura. En lo personal, tampoco quiero una ciudad estática, sin crecimiento.
Exijamos y seamos responsables en la construcción de nuestra ciudad. Seamos parte del “urbanismo que emerge”, incorporemos los recursos naturales, las energías sustentables y la innovación sostenible, sin perder de vista el quienes somos, no perdamos de vista la cordillera, ni la bahía, no perdamos de vista los arboles ni las aves. ¡No perdamos de vista a la ciudad que queremos! Tenemos la oportunidad de ser modelo.