Dar la palabra » Política » 12 mar 2019
El día de la mujer y los debates pendientes
El futuro es feminista (Por Cecilia Fiocchi)
Vivimos cotidianamente en una realidad plagada de desigualdades estructurales entre varones y mujeres, muchas veces culturales y que llegan a manifestarse a través de la violencia de género en casos extremos. Esto es culturalmente aceptado en un sistema donde existen diferencias consolidadas así como conservación de poder y privilegios por parte de varones por sobre las mujeres.
El pasado 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La fecha sigue siendo importante ya que, a pesar de los avances conseguidos, la igualdad de género es todavía una asignatura pendiente en numerosos ámbitos.
Vivimos cotidianamente en una realidad plagada de desigualdades estructurales entre varones y mujeres, muchas veces culturales y que llegan a manifestarse a través de la violencia de género en casos extremos. Esto es culturalmente aceptado en un sistema donde existen diferencias consolidadas así como conservación de poder y privilegios por parte de varones por sobre las mujeres.
Sin lugar a dudas, todas en algún momento de nuestras vidas hemos sufrido alguna situación de violencia de género, ya sea psicológica, simbólica, física, sexual o económica, en primera persona o en nuestro entorno. En este Día de la Mujer Trabajadora, debemos recordar a todas aquellas mujeres que abrieron camino para que hoy nosotras podamos vivir mejor. A muchas les quitaron la vida pero, las que aún hoy seguimos aquí día a día trabajaremos, cada una desde el lugar que ocupamos, por lograr una sociedad donde podamos ser lo que queramos sin importar el género.
Trabajaremos para motivar a las nuevas generaciones a que se apropien de estos temas y sigan luchando para tener una sociedad cada vez mas justa e igualitaria. Para que no se prolonguen en el tiempo los mismos prejuicios que eran aceptados socialmente, y que no reproduzcan estereotipos de cómo debemos ser. Trabajaremos por un mundo en que podamos cuestionar los mandatos sociales con los que fuimos criadas y así replantearnos la deconstrucción de esos modelos para decidir de manera libre y justa.
Brindar las herramientas y garantizar un cambio cultural dependerá de las acciones que llevemos adelante en el presente para lograr una provincia más justa e igualitaria. En este sentido, con hechos y no solo con palabras, la gobernadora Rosana Bertone presentó el “Protocolo de Atención Integral a Víctimas de Violencia de Género” en el año 2016, con el objetivo de brindar las pautas de cómo se debe intervenir ante un caso de violencia de género, involucrando a las distintas áreas de la administración pública a fin de promover y garantizar una vida libre de violencia. En este sentido, una de las primeras acciones al asumir su mandato, fue la autolimitación de facultades que el artículo 135 inciso 15 de la Constitución Provincial le otorga para "indultar o conmutar en forma individual y en casos excepcionales, las penas impuestas dentro de la jurisdicción provincial”. Cabe recordar que esta herramienta había sido utilizada por la ex gobernadora Ríos, abanderada del movimiento feminista, quien rebajó en el año 2014 la pena de un hombre que había sido condenado a reclusión perpetua por la violación y asesinato de una mujer ocurrido en 2001 en Río Grande. La limitación de las facultades, no permitirá que ningún Gobernador o Gobernadora pueda indultar o reducir la pena a ningún femicida o condenado por delitos vinculados a la violencia de género.
Finalmente, hace algunas semanas, la Gobernadora envío a la Legislatura Provincial el proyecto para adherir a la Ley Nacional N° 27.499, conocida como “Ley Micaela”, bautizada en memoria de Micaela García, una joven militante entrerriana víctima de femicidio en el año 2017. Dicho instrumento legislativo establece la capacitación obligatoria con perspectiva de género y violencia contra las mujeres, para todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías.
Tal como establece el lema de una organización que promueve el liderazgo femenino: “Invertir en las mujeres, es mejorar el futuro”. Con el trabajo de todos es posible superar la brecha de género. Para superarla, no se trata solo de modificar leyes, sino también de promover un cambio cultural en la conciencia colectiva. Se trata de un objetivo fundamental e ineludible para tener un crecimiento sostenible. Porque en la lucha por los derechos de las mujeres, como nos muestra la historia reciente, no avanzar es volver hacia atrás.
(*) Secretaria de Relaciones Internacionales del Gobierno de Tierra del Fuego