Dar la palabra » Política » 6 abr 2018
PASO y boleta electrónica
Reforma electoral: debate sin apuros (Por Juan Manuel Oyola)
Las reformas político electorales no pueden ser implementadas de manera rápida e inconsulta ya que hacen a que nuestro sistema político cumpla su función primordial, que es la construcción de la representación política, teniendo a la voluntad de los individuos como valor fundamental.
En los últimos meses comenzó en la provincia la discusión sobre la reforma de algunos mecanismos de nuestro sistema electoral.
Teniendo como última experiencia la elección del 2015 en donde los cuartos oscuros se convirtieronn verdaderos supermercados de boletas, la reforma electoral que se está planteando en la provincia tiene básicamente dos ejes. El primero es implementar el sistema de Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias (PASO) segundo es incorporar la tecnología electrónica en los procesos electorales.
Lo que debemos preguntarnos es si la instauración de estos nuevos mecanismos logrará sus objetivos principales. Si la respuesta es negativa, no tiene mayor sentido avanzar en la aprobación de estas medidas.
Las PASO son un mecanismo electoral que se introdujo a nivel nacional en el año 2009 con la aprobación de la ley 26.571 que tuvo como idea original democratizar la vida interna de los partidos políticos y lograr que toda la ciudanía elija los candidatos que realmente representarían a esos partidos en una elección general.
En Tierra del Fuego, se plantea esta opción como una herramienta ordenadora del sistema político electoral. Sin embargo podemos ver, por lo menos, tres argumentos en contra de implementar este nuevo sistema:
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Las PASO agregarían una elección más al ya abultado calendario electoral provincial y nacional, generando que la actividad electoral sea la que domine la lógica de la acción estatal durante más de 10 meses.
En el 2015 en Tierra del Fuego tuvimos 5 fechas electorales (el 21 de junio cuando se votó para gobernador, legisladores provinciales e intendentes y concejales de la ciudad de Río Grande y Tolhuin; 28 de junio cuando se llevó a cabo el ballotage para gobernador y los concejales de la ciudad de Ushuaia; el 9 de agosto para las PASO nacionales; el 25 de octubre para las elecciones generales y el 22 de noviembre para el ballotage para presidente).
Si consideráramos unas PASO provinciales se incorporaría una nueva fecha electoral. Calculando los tiempos legales mínimos esas elecciones se realizarían a mediados de mayo 2019 y el llamado a las mismas debería ser a mediados de febrero.
Esto significa que estaríamos activamente participando de actos eleccionarios desde febrero hasta finales de noviembre.
En 2019 tendríamos un promedio de una elección cada 2 meses y esto sería así solo si los municipios decidieran celebrar sus elecciones de manera simultánea con los estamentos provinciales y no consideraran que la implementación de unas PASO municipales fuesen una herramienta necesaria para esos estamentos también. En ese caso nos encontraríamos con una agenda todavía más complicada.
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Durante las elecciones del 2015 se escucharon fuertes críticas, tanto de los partidos políticos como de la ciudadanía en general, a la implementación de cajas contenedoras de boletas; utensilio necesario en esa ocasión debido a la gran cantidad de partidos que presentaron candidatos.
Actualmente algunas voces consideran que la implementación de las PASO podría subsanar esa situación debido a que ordenaría los cuartos oscuros al lograr solo que los partidos más votados participen de la elección general. Sin embargo es muy factible que esto no ocurra sino que tenga el efecto contrario.
Supongamos que como en 2015, en las próximas elecciones haya 23 partidos o alianzas que decidan presentar candidatos a legisladores. Ahora pensemos que de esos 23, haya 5 partidos que tienen 2 listas diferentes de precandidatos y que haya otros 5 que tengan 3 listas de precandidatos. Esto generaría que nos encontráramos con 35 boletas diferentes para el mismo estamento en las PASO.
Si además tenemos en cuenta que el proyecto que se debatirá en la legislatura propone que para participar de las elecciones generales, en las PASO se debe conseguir el 1,5% de los votos válidos por agrupación, y que en las últimas elecciones provinciales, de los 23 partidos o alianzas 17 lograron este objetivo (el 74%) nos encontramos frente a otro dato que tiraría por la borda el argumento de la “disminución” de boletas.
¿No tendríamos que pensar, entonces, en una revisión de la ley de partidos políticos de la provincia?
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Existe también el argumento, y en última instancia es el objetivo original de las PASO, de que garantizarían el orden democrático intrapartidario, dándole oportunidad de participar de elecciones internas a diferentes sectores de los partidos políticos como también a los ciudadanos no afiliados.