jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº2339
Dar la palabra » Sociedad » 12 jun 2021

Historias y reflexiones

PODCAST. NOSOTROS los Fueguinos II. Capítulo 19. El Sahade Gate. "Nunca te soltaría, menos por plata" (Por Gabriel Ramonet)

Esta es la historia del juez acusado con pruebas de arreglar causas de su juzgado, vender y comprar fallos, pero que zafó al punto de ni siquiera ser investigado.


 

La justicia de Tierra del Fuego desestimó sin profundizar en la investigación, la causa penal promovida contra el juez de instrucción 2 de Río Grande, Raúl Sahade, acusado de “cohecho” por el supuesto cobro de dinero para dictar fallos, y por pasarle modelos de escritos judiciales a una abogada para que los presentara en causas en trámite ante su propio juzgado, según se desprende de intercambios telefónicos entre ambos.

El juez Daniel Cesari Hernández, a cargo del caso, resolvió el 4 de junio rechazar el “requerimiento de instrucción” efectuado por el ex fiscal Guillermo Quadrini, al considerar que la conducta de Sahade resulta “atípica” y en todo caso podría constituir una “falta ética” pero no un delito.

Lo llamativo es que Cesari Hernández llegó a esa conclusión definitiva después de un análisis preliminar de la situación, es decir, sin ni siquiera haber indagado a los imputados y sin haber permitido el despliegue de una investigación más profunda.

 

Maldito celular

 

Las sospechas sobre el accionar del juez Sahade surgieron a partir de una causa donde se investiga a la abogada María Angélica Naveas Lagos por el presunto cobro indebido de honorarios a un cliente suyo, condenado por “homicidio culposo” a raíz de su participación en un accidente de tránsito.

En esa causa intervino el juez Cesari Hernández, quien ordenó allanar la vivienda de la abogada imputada y el secuestro de su teléfono celular.

Cesari Hernández ordenó una pericia sobre ese teléfono secuestrado, y de allí surgió que Naveas Lagos no solo mantenía contacto con su cliente, sino que además intercambiaba mensajes de contenido polémico con el juez Sahade.

Pese a ello, ni la fiscalía ni el juez Cesari Hernández dispusieron ninguna medida relacionada con lo que surgía del contenido de la pericia, hasta que el caso llegó a la Cámara de Apelaciones y este organismo hizo notar que el fiscal estaba en condiciones de pedir una investigación sobre esos hechos. La Cámara también comunicó lo ocurrido al Superior Tribunal de Justicia, que a su vez giró las actuaciones al Consejo de la Magistratura donde se abrió un expediente contra Sahade.

 

Bombachita fácil

 

La pericia que compromete a Sahade se realizó sobre el teléfono de la abogada Naveas Lagos, un “Samsung gris modelo A 6058”.

Cuando los peritos judiciales analizaron el celular, aparecieron los intercambios entre la abogada y otra línea telefónica que según informó la empresa Claro, figura a nombre de “Jorge Eduardo Sahade, DNI 12.984.157, con domicilio en la calle Viedma 663”.

Entre los mensajes entre el abogado y Sahade, desde agosto de 2017 hasta fines de 2019, figuran las siguientes:

 

-Abogada: amigo, me tenés abandonada. No sé si es por mi deuda o qué. Tengo paradas todas las causas penales en tu juzgado. Ninguna salió. Nada. Me quiero matar. Mis clientes me colgaron. Todos.  Hasta no ver algo. Auxilio. Sino no te voy a poder pagar. Te voy a tener que pagar en género. Porfi, amigo. No abandones a tu amiga. Necesito la de (menciona un apellido). Necesito la de (menciona otro apellido). Auxilio (11/3/2019 a las 9.16)

-Sahade: Están todas para resolver. Ahora las veo. Nunca te soltaría. Menos por plata. (11/3/2019 a las 9.17)

-Abogada: Ya no me recibís. No me invitas un café. Me tenés completamente abandonada. Pero si recibís a algunas de las chicas de pollera y bomba chita fácil (11/3/2019 a las 9.18)

 

-Abogada: Buen día, amigo (19/11/2019 a las 8.57)

-Sahade: Holaaaa (19/11/2019 a las 8.59)

-Abogada: Necesito esta causa. El tipo se quiere ir del país y quiere estar tranqui. Porfi amigo. (19/11/2019 a las 9.00)

-Sahade: Ahora la veo (19/11/2019 a las 9.01)

-Sahade: Ahí te conseguí un modelo (19/11/2019 a las 9.32)

-Sahade: Soy un genio. Jajaja (19/11/2019 a las 9.34)

-Abogada: Si?? Sos el más?? Bueno a esperar que conteste la fiscal. Y lo meto (19/11/2019 a las 9.40)

-Sahade: Metelo independientemente de la fiscal. Modificalo con tus palabras (19/11/2019 a las 9.44)

-Abogada: Claro que sí. Por supuesto. Quedate tranqui (19/11/2019 a las 9.45.)

-Sahade: Eso lo presentás en Ejecución. Y después me presentás en mi causa copia de la presentación, con el recibido, haciéndome saber la petición de probation (19/11/2019 a las 9.46)

-Abogada: Siii (19/11/2019 a las 9.47)

 

Tu ética no es mi ética

 

El juez Cesari Hernández allanó el juzgado de Sahade, secuestró su computadora, tomó testimonio a los empleados y funcionarios de la repartición judicial y dispuso pericias sobre las cuentas bancarias del magistrado y de la abogada Naveas Lagos.

Después de varios meses dictó una resolución en la que desestima el requerimiento del Ministerio Público porque “la prueba hasta aquí desarrollada me lleva a la convicción de la inexistencia de carácter típico en los comportamientos puestos bajo la lupa de la investigación, y que nutriera la hipótesis fiscal”, sostiene la medida judicial a la que accedió NoticiaDeTapa.

En ese fallo hay una serie de consideraciones que podrían recibir la calificación de alarmantes.

En primer término, Cesari Hernández hace hincapié en que no pudieron verificarse depósitos de dinero o transferencias bancarias entre Sahade y Naveas Lagos, como si alguien pudiera ser tan obvio como para pagar o recibir coimas a través del sistema financiero oficial.

Además, el juez investigador menciona el testimonio repetido de empleados y funcionarios del juzgado, acerca de que ninguno pudo ver o tomó conocimiento de actitudes sospechosas de Sahade y la abogada, como si un intercambio de esta naturaleza se realizara a la vista de todos, o en el pasillo de un juzgado.

En cambio, Cesari Hernández no tomó como un indicio el hecho de que todos los empleados admitieron que Sahade recibía regularmente a Naveas Lagos en su despacho.

Por el contrario, Cesari Hernández sostuvo que los mensajes entre Sahade y la abogada debían ser entendidos en el marco de “una relación histórica de amistad, compañerismo o conocimiento” que ambos mantenían por haber sido compañeros de la carrera de Derecho en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) de Río Grande.

“Si efectivamente la letrada solicitó al magistrado un modelo de algún escrito, o si este se lo ofreció, tal conducta necesariamente debe ser valorada en el marco de aquella realidad que los vinculaba”, escribió el juez que investigó a su colega.

En ese sentido, mencionó que lo ocurrido debe ser considerado “en un plano ajeno al derecho penal, que es el de la ética”.

En otro apartado insólito de la resolución, Cesari Hernández sostuvo que “cuestiones de delicadeza me relevan de la necesidad  de reeditar algunas frases incorporadas (por la pericia) y que no pueden mas que valorarse como una comunicación enmarcada en aquel grado de confianza desde lo social (…) y que “se encuentran amparadas en el principio de reserva del artículo 19 de la Constitución Nacional”.

En otras palabras, el intercambio entre Sahade y la abogada forma parte de “comunicaciones privadas”, porque fueron hechos desde el celular particular del juez y no desde el que usa en el juzgado, y en “el marco de su privacidad”.

En definitiva, según Cesari Hernández, no existen ni siquiera indicios para seguir investigando que su colega cometió “cohecho”, mientras que el intercambio telefónico con la abogada es propio de dos compañeros de estudio y a lo sumo una falta ética, pero nunca un delito.

 

Una mano lava la otra

 

La decisión de Cesari Hernández no está firme y podría ser apelada por la actual fiscal del caso, Verónica Marchisio.

Sin embargo, Marchisio es la misma fiscal que no apeló la decisión del juez Sahade de desvincular al gobernador Gustavo Melella de la causa donde lo acusan del “abuso sexual coactivo” de tres obreros de la construcción.

Al respecto, no puede soslayarse el sospechoso intercambio de medidas judiciales y del Consejo de la Magistratura que involucran a Sahade y a Melella, y que también se vinculan con la designación del juez del Superior Tribunal de Justicia Ernesto Loffler.

-Sahade desvinculó a Melella de la causa por los abusos el 18 de febrero de este año. La Fiscal Marchisio no apeló.

-El 23 de febrero, el fiscal acusador del Consejo de la Magistratura, José Rodas (integrante del estudio jurídico Loffler) desistió de acusar a Sahade en el pedido de jury por el caso de las presuntas coimas en su juzgado.

-El mismo 23 de febrero, el Gobierno provincial activó la designación del juez Loffler en el Superior Tribunal, al publicar en el Boletín Oficial la convocatoria al proceso de consulta de la ciudadanía previo a la designación de Löffler. Esa resolución estaba fechada el 19 de febrero, el día posterior a que Sahade dispusiera el archivo de la causa contra Melella.

-El 20 de mayo, la Cámara de Apelaciones integrada por los jueces Jorge Jofré, Federico Vilella y Julián de Martino ratificó la desvinculación de Melella de la causa de los abusos.

-El 4 de junio, el juez Cesari Hernández desvinculó a Sahade de la causa de las presuntas coimas en su juzgado.

 

Por este llamativo intercambio, entonces:

 

-Sahade desvinculó a Melella de la causa de los abusos.

-Sahade logró que el Consejo de la Magistratura no le promoviera un jury por la causa de las presuntas coimas en su juzgado.

-Sahade logró que lo desvincularan de la causa penal por las presuntas coimas en su juzgado.

-Melella logró que Sahade lo desvinculara de la causa por los supuestos abusos a tres obreros.

-Melella logró que la Cámara de Apelaciones confirmara ese fallo.

-Loffler logró que Melella lo designara como juez del Superior Tribunal.

-Marchisio es candidata a jueza del Tribunal Oral de Río Grande.

-De Martino es candidato a juez del Superior Tribunal.

 

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