viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº2340
Dar la palabra » Política » 13 ene 2021

El Arte de Vivir (Mejor) (Por Guillermo Worman)

¨Vamos a vivir mejor¨ se transformó es una fórmula que solo genera favores para los sectores más concentrados de la economía local y desatendió al empleo privado y, sobre todo, a la obra pública y el amplio sector de los trabajadores de la construcción.


Por:
Guillermo Worman

Poco más de un año pasó desde el primer salariazo para la clase política fueguina, cuando el Gobernador Gustavo Melella impulsó la segunda revolución salarial para el sector más beneficiado de Tierra del Fuego.

  

¨Vamos a vivir mejor¨ se transformó es una fórmula que solo genera favores para los sectores más concentrados de la economía local y desatendió al empleo privado y, sobre todo, a la obra pública y el amplio sector de los trabajadores de la construcción.

 

El Gobernador, los legisladores y sus funcionarios habrán acumulado un aumento de más del 230% desde que Rosana Bertone dejó la gobernación y tomando en cuenta la información contenida en el proyecto de Presupuesto 2021 en febrero acumularán un 20% adicional.

 

A semanas de finalizar el año los legisladores decían que no podían aprobar el presupuesto sí el Ejecutivo no realizaba correcciones, finalmente a horas de la nochebuena el Ejecutivo envió el nuevo proyecto cuyos pormenores fuimos conociendo a cuenta gotas  a medida que el texto de la ley aprobada el último día hábil del año fue conociéndose en detalles.

 

 

La extensión de la emergencia económica (en medio de un aumento salarial para la dirigencia sin precedentes), el traspaso de la línea de crédito ¨Progreso¨ para el ejercicio 2021 y una suerte de festival jubilatorio para quienes optaron por acogerse al retiro voluntario, fueron algunas de las medidas que se aprobaron en medio de un clima sanitario y laboral altamente crítico. 

 

Pero además, y como había anticipado el ministro Agustín Tita luego de la escandalosa sesión del Consejo de la Magistratura en la que fue designado el Juez Ernesto Löffler comenzaron los premios y castigos. En este caso le tocó al Fiscal de Estado, único miembro del Consejo que votó en contra de todos los candidatos, ya que en el último artículo de la ley de presupuesto lo excluyeron de la distribución de honorarios de la Fiscalia de Estado.

 

El proyecto fue aprobado por todos los bloques, con excepción del Partido Verde siendo la Legisladora Victoria Vuoto quien explicó los motivos de esa votación. Horas después habría también castigos: una serie de fake news contra su hermano el Intendente Walter Vuoto.

 

 

Hay que reconocer que este gobierno cumple su palabra, prometieron vivir mejor, y ellos sin dudas lo están haciendo, prometieron premios y castigos y también los cumplen.

 

Beneficiar a los más beneficiados por su gestión fue la única reacción de Melella frente a la crisis que sacude a la provincia. La capital provincial cambió su imagen en el último año. El desempleo generó un sin número de puestos de venta ambulante de maples de huevo, la oferta de churros rellenos con dulce de leche caseros y la venta al paso de sándwiches que se ofrecen en la vía pública.

Porque no hay dudas: con el gobernador Melella se inflaron los beneficios para la dirigencia política provincial, que incluyó el cobro del ítem desarraigo para centenares de funcionarios que no cruzaron el paso Garibaldi durante largos meses.

 

En Tierra del Fuego la obra pública se sostiene a paso lentificado gracias a las inversiones que están realizando los tres intendentes, mientras que las leyes de emergencia para remodelar los establecimientos educativos, ampliar redes de agua y cloacas, como llevar nueva infraestructura a los barrios quedó en otra promesa provincial incumplida.

 

Los trabajadores de la construcción y sus familias atraviesan su peor año desde el 2000 a la fecha, gracias a los anuncios que nunca concretó la gestión en cogobierno de FORJA y el ala Norte del MPF.

 

En la Isla solo se puede hacer obra pública entre octubre y abril de cada ciclo de construcción. Melella no aprovechó el invierno para hacer llamados a licitaciones públicas y la construcción está prácticamente paralizada en relación a los últimos años.

 

¨Vamos a vivir mejor¨ se transformó en una forma de acción política que beneficia a la dirigencia, familiares, amigos y militantes cercanos. Es una política de exclusión social, laboral y sanitaria, que se traduce en un núcleo de grandes privilegiados que se agrupan para beneficiarse así mismos y profundizar la desigualdad del resto de la población.

 

 

El juego perverso de las palabras en Tierra del Fuego hace que los gobiernos que se dicen progresistas terminan siendo los más conservadores y elitistas. Pero no es solo una sensación social y política: mientras la dirigencia triplicó sus salarios y beneficios, en el mismo porcentaje se incrementó el desempleo, la precariedad laboral y la venta ambulante.

 

El salariazo político y los puestos de venta ambulante de maples de huevo son las escenas de un gobierno que llegó promoviendo la ampliación de derechos y terminó incrementando los beneficios de los que venían siendo los más beneficiados.

 

Una estafa electoral y política con todas las letras. Llegar con promesas a favor de los más débiles para terminar actuando en beneficio de los más favorecidos.

 

Cuando la sociedad esperaba los beneficios de las promesas de vivir mejor en los próximos años se terminó encontrando con la realidad agobiante: Lo único que creció en los sectores que más precisan del Estado para vivir con dignidad es la cantidad de puestos de venta ambulante y las ferias de cosas usadas para sobrevivir.

 

¨Vivir mejor¨ es la fórmula que disfrutan los que integran el núcleo del gobierno, mientras que los sectores más débiles se conforman con tratar de subsistir con lo que pueden y lo que tienen a mano.

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