Dar la palabra » Política » 26 oct 2018
Debate sobre la explotación del Canal Beagle
Una alternativa moderna y sustentable para preservar al Canal Beagle de las salmoneras (Por Mariano Spinedi)
Podemos criar peces marinos de manera sustentable, pero quienes toman decisiones de esta envergadura en la Argentina: ¿conocen a fondo sobre la utilización de las nuevas tecnologías de cultivo que ha desarrollado la industria acuícola?
En las producciones agroindustriales modernas es posible conciliar el desarrollo económico y el social junto con la protección del ambiente, es decir, sustentabilidad integrada por sus tres componentes esenciales. Siguiendo esta mega tendencia, la bioeconomía actúa como marco de referencia actual para la cría comercial de organismos acuáticos (acuicultura). Tenemos en este marco un mejor aprovechamiento de los recursos que se traduce en una mayor rentabilidad frente a las economías tradicionales, ya que los desechos generados por este tipo de producciones no son descartados sino que son reutilizados como materias primas.
La acuicultura por su parte es una realidad que llegó para quedarse, representando en la actualidad más del 50 % del total mundial de la producción de pescados y mariscos, siendo al mismo tiempo la actividad de mayor crecimiento en el segmento de la agricultura. Es un hecho seguro y certero que tendrá un crecimiento en volumen sin precedentes, con una producción adicional de 30 millones de toneladas para el 2030, y de 47,5 millones de toneladas para el 2050.
En esta expansión mundial e inevitable de la acuicultura, de la cual también formaremos parte, ¿nos posicionaremos como verdaderos “adoptadores tempranos” haciendo uso de las nuevas tecnologías para el beneficio colectivo? o ¿seremos los “rezagados”, los dinosaurios, presos sistemáticos de la repetición de los errores del pasado, adoptando tecnologías tradicionales ya obsoletas? Para contestar estas preguntas debemos primero formular otras. Quienes toman decisiones de tamaña envergadura en Argentina ¿saben acerca del potencial de las especies autóctonas con tecnologías de cultivo ya desarrolladas en Argentina? ¿Saben del impacto irreparable que provocaría la implementación de una industria tradicional en plena decadencia, basada en una especie exótica?
Empecemos a definir entonces los conceptos necesarios para responder a estas cuestiones.
Diferencias entre sistemas comerciales de producción de peces
Cuando hablamos de piscicultura marina debemos diferenciar entre los dos sistemas comerciales de cría predominantes utilizados actualmente, el cultivo tradicional en “Jaulas” en el mar, y los denominados sistemas “RAS” por su sigla en inglés para “Sistemas de Recirculación para Acuicultura” ubicados en tierra firme.
Las jaulas
Las Jaulas, son sistemas de contención abierta, en contacto permanente con la masa de agua circundante, no existe barrera entre los peces y el ambiente. La posibilidad de contacto con patógenos, contaminantes, y corrientes de características fatalmente adversas para los peces, es permanente. Por otro lado el excedente de alimento balanceado se deposita en el fondo junto con las heces causando el agotamiento del oxígeno. Además, el amonio y los fosfatos disueltos se liberan al agua en grandes cantidades y promueven eventos de marea roja catastróficos. También debemos tener en cuenta las interacciones negativas de este sistema con la población local de mamíferos marinos. Cada rotura de una jaula se traduce en escapes de miles de animales de cultivo hacia mar abierto, los cuales pueden impactar muy negativamente en las poblaciones salvajes de otros peces.
Veamos ahora algunos datos y hechos de esta industria por el mundo. El uso de antibióticos no se niega en Noruega ni en Chile (principales productores de salmón), habiéndose comprobado la resistencia antimicrobiana que ha generado el uso indiscriminado de estas drogas.
La última noticia impactante que tuvo lugar en el vecino país, ha sido el escape de casi 700.000 salmones recién tratados con antibiótico y no aptos para consumo de las jaulas de una de las firmas noruegas más importantes en producción de salmón a nivel mundial. Debemos destacar que este tipo de eventos no es para nada excepcional, de esta manera la industria tradicional genera crisis ambientales todos los meses.
Al menos 70% de la industria salmonera chilena se encontraba en la Región de Los Lagos hasta el 2016, y ya se advertía en aquel entonces que dichas empresas estaban migrando peligrosamente hacia los mares australes, escapando de sus propios desastres.
Cada vez son más amplias y frecuentes las limitaciones regulatorias y ambientales en diferentes países, que hacen de esta una industria convencional, a la que le resulta imposible cumplir satisfactoriamente con una demanda creciente a nivel mundial.
Los RAS
En contraposición, tenemos los mencionados sistemas RAS, integrados por grandes tanques de contención cerrada, donde se recircula/reutiliza hasta el 99% del agua que fluye a través de las unidades de cría y filtración, manteniendo los parámetros de calidad de agua en niveles óptimos de bienestar y crecimiento. Son en la actualidad la solución clave para una producción de peces a gran escala, ecológicamente sostenible y rentable al mismo tiempo. Luego de 25 años de desarrollo estamos frente a la “Tercera generación” de sistemas RAS, los próximos 10 años serán una etapa de crecimiento exponencial para esta tecnología, es lo que se llama una verdadera “ventana de oportunidad”.