Para reflexionar sobre la actividad turística en la ciudad, considero que es necesario rescatar, primero, el rol de los grandes visionarios, aquellos valientes que se animaron a tomar las decisiones fundacionales y realizaron las inversiones públicas y privadas más importantes de la década del 60.
Entre ellos, claro, está el gobernador Ernesto Campos. El primero de sus gobiernos abarcó desde el 7 de junio de 1958 hasta el 10 de junio de 1961. Confirmado por el presidente Arturo Frondizi y con acuerdo del Senado, su segundo período abarcó hasta el 11 de mayo de 1962.
Como todos ya sabemos, pero es importante recordar, Campos mandó a construir el primer hotel importante en Ushuaia, el Albatros, y las primeras hosterías: Kaiken, Petrel, Alakush, San Pablo y Yehuin. Creó el Parque Nacional de Tierra del Fuego con una extensión de 63.000 hectáreas, comenzando así a darle forma a la provincia y principalmente a Ushuaia como la ciudad turística. También creó una delegación en la Antártida para que la provincia comience a tener presencia en el Continente Blanco, entre otras obras importantes.
Entre las familias pioneras del turismo hay que mencionar a la liderada por Gustavo Giró.
Giró llego a Ushuaia en 1957, y al año siguiente partió a la Base San Martín, situada al sur del círculo polar y al oeste de la península antártica. Pasó allí dos años en lugar de uno, que era lo planeado, ya que el barco que iba a hacer el relevo no pudo llegar. En su segunda etapa, asumió como jefe de base y realizó numerosas expediciones con perros y con vehículos, adquiriendo valiosa experiencia para lo que vendría después.
En 1962 estuvo al mando de la patrulla invernal que unió la Base Esperanza con la Base San Martín, cruzando la cordillera de la Península Antártica. Atravesó cerca de 2000 kilómetros de recorrido, superando los avatares impredecibles del clima y temperaturas de -50°C. Hoy la familia Giró, su esposa y sus hijos, realizan actividades de nieve en el centro invernal de su propiedad: Valle de Tierra Mayor.
Carlos Rubinos y Chichina, su esposa, fundaron El Orbe Viajes, una de las agencias de turismo pioneras de la ciudad. Y a los pocos años Rubinos junto a cuatro pilotos de Aerolíneas Argentinas fundaron Rumbo Sur Viajes y Turismo, vendida más tarde a Ángel Brisighelli. Hasta el día de hoy, esta importante empresa familiar continúa en manos de Ángel y Ana Brisighelli, hijos de Don Ángel.
Hay más emprendimientos familiares pioneros del turismo. La familia Giró y Lovisolo construyeron en 1973 el Hotel Antártida. Todo en una época donde hablar de turismo era muy difícil. La población lo sentía como un tema ajeno y para muchos era, como se dice vulgarmente, chino básico.
Aun así las familias se animaban. Preto/Guardamaña construyeron y pusieron en marcha el Hotel Tolkeyen. Moreno Preto fundó Tolkeyen Turismo. La familia Muriel creó el Hotel Ushuaia. El Gato Curuchet Valle de Lobos y ante sus Expediciones Antárticas, (Piti) María Angélica Mesas, fundó All Patagonia Viajes y Turismo. Y el Mono Lovece creó Las Cotorras, y más tarde, Quique Díaz fundó el Tren del Fin del Mundo y la familia Zubieta Las Hayas Resort.
Luego de casi 40 años, recién aparecieron otra vez obras de infraestructura: el nuevo muelle del Puerto en 1997, el Aeropuerto Internacional Islas Malvinas y, dos años más tarde, el Centro de Esquí Cerro Castor.
Es importante destacar la importancia que tuvieron las intervenciones del Estado, delineando y marcando el camino de las políticas públicas, proyectando la matriz económica de la provincia y llevando adelante importantes obras de infraestructura que le permitirían desarrollarse. Otros emprendimientos privados se fueron sumando más adelante. Entre los años 2002 y hasta el 2006 se establecieron varias empresas de turismo y se construyeron hoteles, afianzando más aun a esta industria como una de las alternativas para el desarrollo económico de los que habitan esta provincia.
Con todo ello podemos afirmar que el turismo en Tierra del Fuego ha crecido siempre que se tomaron decisiones trascendentes desde el Estado, y cada vez que las gestiones gubernamentales tuvieron una visión de esta actividad como factor económico importante.
Y también podemos decir que las familias fueguinas emprendedoras (las nacidas y adoptadas por la provincia) desde 1958, fueron claves en acompañar esta loca idea en la que los países más desarrollados se sustentan para obtener sus principales ingresos.
Con ello también se cae un mito: en Tierra del Fuego no hay grandes corporaciones. La mayoría de las empresas turísticas están formadas por familias.
También podemos observar, entonces, que desde los años 60´ hubo grandes baches, con ausencias de políticas de Estado, y que recién hoy volvemos a escuchar que se habla de obras de infraestructura: la restauración del Aeropuerto Internacional Islas Malvinas, la ampliación del muelle del puerto de Ushuaia, saneamientos y cloacas.
La ciudad comienza a verse diferente: nueva iluminación, nuevas avenidas, embellecimiento de distintos sectores.
Y también licitaciones claves como la que busca recuperar la aerosilla del Martial y las hosterías, la apertura de nuevas rutas para la abrir nuevos circuitos turísticos y la posibilidad de crear nuevas áreas protegidas.
Es muy importante realmente que el pueblo fueguino pueda contar en breve con todas estas obras que la actividad turística necesita claramente. Por supuesto siempre que se tengan en cuenta y se consideren los principales factores por los cuales un turista decide visitar la provincia: los recursos naturales, el patrimonio histórico, arqueológico y paleontológico.
Pueden parecer muchos o pocos de acuerdo a como se los mire, pero 60 años después, hoy podemos mostrarles a estas familias de emprendedores, que el turismo le entrega a la provincia más ingresos que los que recibe en concepto de regalías o impuestos coparticipables.
Es decir, el turismo es la actividad por excelencia que diversifica la matriz económica en la provincia.
¿Alguien puede animarse a discutir o no estar de acuerdo en que el turismo es la actividad económica en el mundo con mayor derrame en la sociedad del sitio en la que se habita? Vean si no los cuadros que acompañan esta nota. Hoy las estadísticas muestran que de manera directa e indirecta, en primer y segundo grado, viven del turismo más de 16500 personas en Tierra del Fuego.
También podríamos contarles a aquellos emprendedores como Giro o Campos, que como sociedad no hemos hecho lo suficiente para alcanzar los objetivos que ellos se pusieron: no solo se abandonaron las hosterías que uno de ellos construyó, sino que además no se aprovechó lo que el otro nos mostró: el beneficio de la proximidad al Continente Blanco utilizando el potencial que eso significa. Me refiero a la posibilidad de llevar adelante la logística y el abastecimiento de todas las bases antárticas, sin importar su nacionalidad. Sin dejar de mencionar que mientras tanto, otros países ya realizan actividades turísticas en la Antártida, con sobrevuelos, aterrizajes de grandes aviones, pernoctes y atraques de grandes cruceros. Todo mientras en nuestro país se sigue analizando si la Tierra es redonda.
Realmente tomar dimensión de lo que significa alcanzar estos objetivos, es entender que Tierra del Fuego puede lograr entregarles a todas las actuales y nuevas generaciones un futuro de desarrollo incalculable en materia económica, científica y tecnológica. Más si se visualiza a la actividad turística como aquella que invierte en bienes inmuebles, bienes de capital plantados en el sitio sin posibilidad de trasladarlos a otros lugares en los que pudieran obtener mayores beneficios impositivos.
El turismo es la actividad que necesita cada día más capacitación y más formación de los recursos humanos. El mundo conectado demanda dinamismo. El turismo es entregar servicios a personas. Por eso el espacio laboral es más estable que en otros rubros, y por eso, el recurso más importante para las empresas de turismo es su recurso humano.
Sentado todo lo anterior, podemos estar de acuerdo en que el turismo es la actividad económica que más beneficio acarrea para a una sociedad. Pero también podemos asegurar que en Tierra del Fuego fue la actividad que menos beneficios impositivos obtuvo por los diferentes gobiernos. Es más, la historia demuestra que en cada ajuste impositivo: impuestos, tasas y servicios de luz o de agua, siempre fue al sector al que más se le aplicaron los aumentos.
El turismo nos da nuevas oportunidades al alcance de la mano. Solo hay que jugarse como lo hicieron aquellos pioneros de los 60.
Les dejo al final una reflexión sobre lo que viene.
¿Qué queremos? ¿Una ciudad turística o con turistas?
(*) Presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia