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Dar la palabra » Política » 17 abr 2019

El año electoral

La necesidad de debatir el futuro (Por Guillermo Worman)

Una campaña electoral para elegir un gobernador implica instalar debates profundos. Implica conocer y debatir visiones, planes, acciones y argumentos para que el ciudadano tenga el mayor nivel de información posible, de manera de comprender acabadamente lo que representa cada candidato antes de decidir su voto.


Una elección es un momento central en una sociedad democrática, la instancia determinante en la que las principales fuerzas políticas se enfrentan para definir cuál será honrada con la responsabilidad de representar el mandato popular.

En ese marco, una campaña electoral para elegir un gobernador implica instalar debates profundos. Implica conocer y debatir visiones, planes, acciones y argumentos para que el ciudadano tenga el mayor nivel de información posible, de manera de comprender acabadamente lo que representa cada candidato antes de decidir su voto.

En definitiva, es una etapa en la cual los candidatos no pueden esconderse y deben rendir cuentas. Con honestidad y transparencia les corresponde blanquear qué piensan hacer con los grandes desafíos que tiene la provincia por delante.

Hoy tenemos dos grandes fuerzas políticas en plena conformación. Una de ellas, el frente Unidad Fueguina, encabezado por la gobernadora Rosana Bertone, junto con el intendente de Ushuaia Walter Vuoto y el diputado nacional Martín Pérez como figuras principales.

La otra, la que encabeza el Intendente de Río Grande, Gustavo Melella, junto a la familia Löffler del MOPOF, la ex gobernadora Fabiana Ríos de lo queda del PSP, y Horacio Catena con todo lo que viene detrás.

Finalmente se puede agregar el frente ensamblado entre dirigentes del radicalismo fueguino y lo que queda de Cambiemos.

Estas fuerzas, pero fundamentalmente los nombres que las integran, sus trayectorias y sus historias, ya dicen mucho.

Determinar claramente los conductores de cada una de estas fuerzas es indispensable para reflexionar. Para definir el voto. Para decidir en quién depositamos nuestra confianza para manejar el destino de la provincia.

Rosana Bertone entra de lleno a esta campaña con el orgullo de haber trabajado incansablemente en una gestión donde todo fue cuesta arriba. La coyuntura no fue menor: Bertone gobierna Tierra del Fuego desde diciembre de 2015 dentro de uno de los peores contextos económicos y financieros en la historia reciente del país. Con un Gobierno Nacional que trabaja activamente contra el modelo de industrialización y desarrollo que promovía la provincia.

Analizar este contexto es indispensable para entender todos los condicionamientos que afectan a la mayor parte de las provincias del país. Y es también indispensable para potenciar todo lo conseguido, a pesar de esa coyuntura nacional.

Bertone ya viene presentando sus ejes de campaña y los puntos que desarrollará en los próximos años. La consolidación del Régimen de Promoción Industrial atado a la Ley 19.640 y la defensa irrestricta de la soberanía sobre las Islas Malvinas y la Antártida son aspectos centrales, de hecho coherentes a la posición institucional que instauró la gobernadora en su actual mandato.

Además, el gobierno provincial exhibe logros concretos: el cumplimiento de los 180 días de clases, el pago en tiempo de los haberes jubilatorios y la sostenibilidad del sistema de seguridad provincial, la paz social y una extensa red de nuevas obras de infraestructura para saldar el enorme y atrasado déficit que tenía de arrastre Tierra del Fuego. Troncales y redes de gas natural, agua, saneamiento, energía, infraestructura escolar y deportiva, ampliaciones y nuevos centros de salud, rutas y caminos, puertos de pequeña y gran escala, entre otras de las tantas obras en marcha o ya terminadas.

Resumiendo, la gestión de Rosana Bertone funciona: trabaja incansablemente y genera trabajo a través de un histórico plan de obra pública. Abre las puertas y agiliza una administración pública para darles respuestas más rápidas y eficaces a los ciudadanos. Detalla con quién trabaja y con quién no. Despeja fantasmas y ofrece credenciales visibles y confiables para elegir y para gobernar.

Ahora falta esa franqueza y transparencia en la otra oferta electoral. Falta que se explique cómo se articula la sociedad que existe entre Melella y los Löffler. Y, a su vez, entre ambos con Fabiana Ríos.

A su vez, falta la explicación sobre cómo funcionará Horacio Catena en ese equipo. ¿Qué es “Vamos a vivir mejor? ¿Cómo idearon esa aglutinación con Mónica Urquiza y los Löffler adentro?

El gobierno es lo que ha hecho desde diciembre de 2015 hasta ahora. No hay misterios. Como toda administración pública, con aciertos y errores. Pero la sociedad fueguina sabe lo que se ha hecho y lo que no. Sabe qué esperar a partir de gestos que son todo un símbolo a la hora de comparar funcionarios que sirven al Estado, de funcionarios que se sirven del Estado.

Veamos un ejemplo: Bertone, que fue tres veces diputada nacional y dos años senadora de la Nación, seguramente sea la primera gobernadora de Tierra del Fuego en jubilarse por el sistema previsional nacional. Fabiana Ríos, hoy asociada a Melella, obtuvo el beneficio jubilatorio antes del final de su mandato, estando en funciones y con tan solo 51 años.

A propósito: ¿es aceptable que los jubilados vuelvan a percibir sus haberes con los padecimientos que sufrieron durante el mandato de la actual aliada del intendente Melella?

La desconfianza que encierra ese y muchos otros interrogantes es razonable. ¿Cómo piensa Melella convivir con Catena y a su vez garantizar que los chicos no pierdan días de clases como cuando el SUTEF pretendía cogobernar extorsivamente la provincia?

¿De qué manera se piensa un gobierno fueguino de centro izquierda con el MOPOF de Löffler, Urquiza y Pablo Villegas?

Seamos optimistas: seguramente todos estos interrogantes serán respondidos de acá hasta la veda electoral para saber fehacientemente qué se puede esperar de esa clase de alianza.

Todos, así como lo hace el Gobierno desde el primer día y en forma permanente, podrán explicar de cara al electorado cuál es el modelo para el futuro de Tierra del Fuego. Explicar cómo, con qué y, sobre todo, con quiénes se pretende detentar el poder.

De no ser así, de preferir una campaña con personeros ocultos en las sombras, con frases trilladas y vacías, sin propuestas, sin responsabilidad, sin ser transparentes en cómo van a cuidar el bienestar general de los fueguinos y el desarrollo de la provincia, entonces tendremos claro que hay una fuerza política que no asume la necesidad de debatir el futuro sino que quiere restaurar un pasado que mucho daño le hizo a Tierra del Fuego.

 

(*) Presidente de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios. Gobierno de la provincia

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