Dar la palabra » Política » 26 mar 2019
Polémica por los tweets de una jueza
Negacionismo del genocidio argentino (Por Moisés Solorza)
Las palabras emitidas por la doctora Felicitas Maiztegui Marcó, quien se desempeña como Jueza Correccional del Distrito Judicial Sur, de la ciudad de Ushuaia, parecen dejar abierta una puerta por la que la duda y la falta de conocimiento conducen necesariamente a la negación de cientos de sentencias judiciales, que se han establecido a lo largo y ancho del país.
Las lamentables expresiones y dichos de quien integra una parte del Poder Judicial de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, reflejan un gran desprecio y desconocimiento del largo camino recorrido por nuestra sociedad, en materia de la condena al último genocidio nacional, ocurrido durante la última dictadura militar, que se instaló en la República Argentina.
Las palabras emitidas por la doctora Felicitas Maiztegui Marcó, quien se desempeña como Jueza Correccional del Distrito Judicial Sur, de la ciudad de Ushuaia, parecen dejar abierta una puerta por la que la duda y la falta de conocimiento conducen necesariamente a la negación de cientos de sentencias judiciales, que se han establecido a lo largo y ancho del país: Lo que ocurrió en Argentina, durante la vigencia del Estado terrorista fue un genocidio, hubo una masacre direccionada desde el propio Estado para destruir a toda una fracción de la población e implantar un nuevo orden social. Sin embargo, pareciera ser que la magistrada de Tierra del Fuego AEIAS no se dio por enterada de los fallos judiciales que forman parte del archivo de la Memoria Argentina y, como miembro de la justicia desconoce los argumentos allí expuestos.
Poner en cuestión el número de desapariciones forzadas es una estrategia que ha estado en boca de los autores de los crímenes, quienes no dudaron en atribuir la diferencia a móviles económicos de las víctimas y, lo que es peor aún, la legitimación de la teoría, ya no de los dos demonios sino de uno sólo de ellos: serían los perseguidos y masacrados los que engendraron la tragedia con su accionar, demostrando claramente en su pensamiento negacionista, el terrorismo de Estado.
En ese sentido, la magistrada expresa, en su cuenta personal de una red social como lo es Twitter, el más absoluto desprecio y “desconocimiento” por los antecedentes que tenemos todos los argentinos, como es el denominado “Juicio a las Juntas Militares” y el llamado “Nunca Más” que se instaló ese día de juzgamiento a genocidas y que jamás dejaremos de reivindicar, entre otras tantas expresiones cargadas de xenofobia y racismo de clase que publica en la cuenta de Twitter.
El único registro fehaciente de la cantidad de víctimas asesinadas, su identidad y destino final solo está en poder de los asesinos. De aquellos que mientras pregonan que su accionar fue "justo y en defensa de la patria" ocultan todo dato, sabiendo que su proceder fue abiertamente criminal.
Vale la pena recordarle a la jueza Correccional, Felicitas Maiztegui Marcó, que la cifra de los 30000 compañeros desaparecidos no es arbitraria:
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a) La cantidad de sitios clandestinos de detención y exterminio, en todo el país, que superan el número de 500.
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b) Las estimaciones sobre el número de prisioneros que hubo en los grandes centros de detención y exterminios como la ESMA, Campo de Mayo, La Perla, el Batallón de Tucumán, el Circuito Camps, El Olimpo, El Atlético, etc., ya que ellos solos superan con creces el número actual registrado en la CONADEP y la Secretaría de Derechos Humanos.
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c) La estimación en torno al número proporcional de Habeas Corpus presentados en el país.
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d) El número de integrantes de las estructuras militares afectadas a la represión ilegal durante todo el periodo dictatorial que superan los 150 mil hombres, activos a la caza de sus víctimas.
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e) Los propios dichos de los militares previo al golpe de Estado, de que sus relevamientos efectuados con anterioridad, desde las escuelas hasta las fábricas, que indicaban en más de 30.000 las personas a eliminar (ver por ejemplo los dichos de un militar en la carta del escritor Haroldo Conti desaparecido el 5 de mayo de 1976, escrita previa al golpe y dirigida a Roberto Fernández Retamar de fecha 02 de enero de 1976).
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f) Los informes de la Embajada Norteamericana al Departamento de Estado, haciendo constar que en el año 1978 los jefes de la dictadura argentina informaron a la DINA chilena que las víctimas alcanzaban ya el número de 22.000. Debe recordarse que la dictadura continuó en su labor represiva ilegal de secuestros y asesinatos por cinco años más con posterioridad a ese informe y que aquella cifra de 22.000 correspondía a solo los dos primeros años de la dictadura.