Hay una transformación notable en la matriz energética fueguina. Se basa en más gas natural y energía segura para viviendas residenciales (sobre todo para los sectores con mayores necesidades), el comercio y la industria; dos sectores que generan y sostienen empleos.
Allá por diciembre de 2015, la gobernadora Rosana Bertone encontró un cuadro de situación desesperante. Aunque hoy resulte lejano, no había por entonces factibilidad para nuevas conexiones de gas natural para las viviendas en construcción. Centenares de soluciones habitacionales estaban a la espera de la tan buscada autorización de gas para habilitar casas que estaban terminadas, pero sin servicios. Era tan complejo el escenario, que se veían cada vez más casas con zeppelin de gas envasado en lugar de nichos y medidores de gas natural. Matemáticamente, aumentaba, mes tras mes, la demanda de gas envasado.
Algo similar pasaba con la energía eléctrica. La falta de inversiones en todo lo relacionado con infraestructura básica había llevado a Tierra del Fuego a una situación límite. El escenario era Igual de complicado con las cloacas. No funcionaba correctamente ninguna planta de tratamiento sanitario en toda la provincia.
Ante este panorama, en cuanto al gas, la gobernadora Bertone nos planteó al gabinete la urgencia de tomar medidas para revertir esta situación. Las prioridades fueron claras. Nuevos gasoductos, redes de alimentación y redes de gas para llegar a las viviendas alimentadas con gas envasado y apuntalar a inversiones comerciales e industriales que generaran o sostuvieran empleo.
Esto se transformó en un Plan de Nuevas Obras de Gas que hoy tiene 20 nuevos proyectos con distintos niveles de ejecución. Este plan permite que 4362 viviendas accedan al gas natural y dejen de consumir gas envasado. Al menos, sino más, son 18.000 personas que tendrán un cambio notable en su calidad de vida en una provincia con bajas temperaturas durante un mínimo de 6 meses al año, y donde la calefacción con gas natural no es solo un ahorro considerable, sino también una medida mucho más segura que el uso de leña o gas envasado.
Rosana Bertone fue muy clara. Nos instruyó a usar todos los mecanismos de financiación posibles para comenzar a solucionar esta situación. Básicamente pusimos en marcha la idea general que la gobernadora nos planteó a través tres grandes estrategias. Por un lado, concretar rápidamente los gasoductos troncales que garanticen mayor suministro. La gobernadora impulsó como diputada y senadora estas grandes obras a través del Fideicomiso Austral. El segundo paso fue avanzar con nuevas redes de gas. La tercer estrategia fue hacer un programa nuevo para garantizar la conexión de las familias más vulnerables a las nuevas redes, y así surgió “Llegó el Gas”.
En ese orden, primero pusimos en marcha las obras en las 3 ciudades. Concretamos proyectos en Ushuaia, Tolhuin y Río Grande. Por ejemplo, están encaminadas inversiones en nuevas redes y proyectos para los barrios de Andorra (Parte I y II), Akar e Identidad Fueguina de Ushuaia. También en el barrio 9 de octubre de Tolhuin y en los barrios Mirador, Argentino, Arraigo Sur, Héroes de Malvinas, 10 de noviembre, El Milagro, Provincias Unidas, Fueguinos, 22 de julio, Unido, Fuerza Unida, Miramar, Bet el y 15 de Octubre, todos estos últimos en Río Grande. Después, ya con obras concretadas y avanzadas, aprobamos el programa “Llegó el Gas”, para llegar a cada domicilio.
El Gobierno entiende que las inversiones deben ser integrales para atacar la exclusión social. Así se logró el financiamiento para la nueva turbina generadora para la Cooperativa Eléctrica de Río Grande, las nuevas obras de Tolhuin y la reciente autorización para adquirir nuevos equipos para Ushuaia, y dejar de pagar altos alquileres mensuales en los servicios delivery de energía.
Todo esto sería un simple anuncio más de los que estábamos acostumbrados a escuchar si no tuvieran todos los proyectos el presupuesto para llevarlo adelante.
Son más de 244 millones de pesos los que están afectados para todo este plan de expansión de nuevas redes de gas, obtenidos a través del Fideicomiso Austral, el Fondo Federal Solidario y los recursos autorizados mediante la Ley Provincial 1180.
Hasta acá las obras directas para llevar gas natural a las viviendas sin servicio.
El Gobierno no se limitó solo a esto, como ya contamos. En noviembre de 2017 finalizó la obra de ampliación de la capacidad de transporte de gas del sistema fueguino. Terminar esta extensión permitió que industrias, comercios y usuarios residenciales, puedan acceder a la factibilidad de conexión de gas natural por red, luego de años de espera. Esto pudimos lograrlo gracias al trabajo conjunto entre la gestión provincial junto a Camuzzi Gas del Sur S.A. y la empresa contratista J.C.R. S.A. – Coninsa S.A., trabajando bajo la modalidad de U.T.E. para esta obra.
No nos quedamos aquí. Hoy estamos trabajando en la obra de ampliación de la capacidad de transporte de gas para la Margen Sur, con un presupuesto de $ 50.080.050 y un plazo de ejecución de seis meses corridos, financiada a través del Fideicomiso Austral. Esta obra nos permitirá garantizar la ampliación de la capacidad de transporte de gas del sistema fueguino que comprende la ejecución de un loop de refuerzo de aproximadamente 3100 metros de longitud de 6 pulgadas de diámetro que abastecerá a más de 5000 nuevos usuarios de la Margen Sur.
¿Y qué decir de la inversión en energía, en donde la iluminación ha mejorado enormemente en Ushuaia, trayendo más seguridad vial? ¿Y de llevar energía segura a los barrios más postergados?
Me interesa como ministro de Obras y Servicios Públicos, por último, contribuir a la construcción de un diálogo serio y honesto en cuanto al presente y futuro de los servicios esenciales en Tierra del Fuego. Para el Gobierno es una clara prioridad que se sustenta en obras que están en marcha. Es el acceso al gas natural, la energía en condiciones segura, el agua de red y el tratamiento cloacal. Todo esto como base para la construcción de viviendas de los sectores que necesitan soluciones habitacionales, y para promover nuevos puestos de trabajo en el comercio, proyectos productivos, el turismo y la industria.
Es, sin duda, una decisión de Estado que lleva adelante la gobernadora Bertone orientada a resolver la inequidad más profunda. Objetivamente, hay más personas que habitan Tierra del Fuego con nuevas conexiones al gas natural, a energía de red segura, al agua potable y tratamiento de sus aguas cloacales. Los hospitales públicos están con un plan histórico de obras, al igual que escuelas y gimnasios públicos. Lo mismo sucede con inversiones para nuevas viviendas a través del IPV y el BTF. Básicamente, porque trabajar por la inclusión social es una de las más altas prioridades que tiene el Gobierno Provincial.
Y el presupuesto público de Tierra del Fuego refleja justamente esto: la acción de Gobierno al servicio de su comunidad.
(*) ministro de Obras y Servicios Públicos de Tierra del Fuego.