Hoy en día en Argentina se está debatiendo la reforma del sistema de votación entre las opciones de: voto en papel o boletas múltiples, voto electrónico y la boleta única electrónica. Todos ellos tienen el mismo objetivo: representar la elección del ciudadano para los cargos que se postulan. Sin embargo, cada sistema es diferente y tiene sus propias particularidades, aunque en definitiva el que mejor se adapta a la realidad Argentina es el último.

La votación a través del sistema de boletas múltiples por partido o alianza es el sistema que hoy está vigente a nivel nacional. Este sistema es un método simple y comprensible debido a su tradicionalidad; sin embargo, tiene muchas fallas que ponen en riesgo el proceso electoral y la representatividad del voto.

Uno de los problemas que tiene este tipo de boleta es garantizar la oferta electoral con la disponibilidad de las boletas en los centros de votación de todos los partidos y alianzas, ya que bien es sabido que muchas veces esto no sucede debido al robo de boletas y a las boletas falsas.

Por otro lado, el proceso de escritunio también tiene falencias ya que muchas veces la validez de un voto depende de la intepretación de un fiscal o varios fiscales, por lo que se podria poner en juego la representatividad por la declaración de votos nulos.

Al mismo tiempo, el recuento de votos es no sólo lento sino que también poco transparente. Ha sucedido muchas veces que se produce una diferencia entre la cantidad de votantes por lista y los votos totales, o mesas donde se vota sólo a un candidato.

El voto electrónico es un sistema de votación que se realiza a través de un sistema informático, es decir, de una computadora. El sistema se basa en que un elector realiza su voto en una computadora y ésta envía el voto al centro de cómputos, a través del servidor en red, donde se almacenan los datos. Debido a que el voto electrónico es relativamente nuevo, muchos expertos no diferencian entre voto electrónico o boleta electrónica, ya que dicen que si se utililiza una computadora, entonces es voto electrónico.

Sin embargo, la diferencia sustancial por la que la boleta única electrónica no es un voto electrónico es que, aunque se utilice una computadora para imprimir la boleta, el hecho consumado de votación se realiza cuando la boleta se introduce dentro de la urna y ésta es la definición del acto de votación.

Además, otra diferencia que tiene este sistema con el voto electrónico es que la máquina que se utiliza para el sistema de la boleta única electrónica no almacena información del voto, sino que simplemente la registra en el chip dentro de la boleta y la imprime. El voto electrónico es una computadora, la boleta única es una impresora que está asistida por una pantalla, la cual tiene un código que permite que vos chequees que votaste, imprime en el papel, podes corroborar que lo que votaste está en el papel y recién va a la urna.

El chip que tiene dentro la boleta única electrónica es el MCA que no permite que ningún dispositivos a más de 1 metro pueda leerlo. Asimismo, lo que brinda este sistema es una exactitud única ya que en el caso de que hubiese una diferencia entre lo que dice la impresora y lo que dice la boleta impresa, vale lo que dice el papel impreso, haciendo que suceda un doble conteo o control.

La boleta única electrónica pordría decirse, según lo expuesto anteriormente, que es un híbrido entre el primer y segundo sistema, el cual ha sido implementado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Salta, mientras que en Corrientes, Chaco, Mendoza, Santa Fe, Córdoba y Neuquén se ha implementado parcialmente o se están realizando avances para implementarlo en las próximas elecciones.

En Tierra del Fuego, el sistema es el tradicional, lo cual conlleva a que se presenten muchas dificultades y peligros durante el acto eleccionario. Por un lado, debido al robo de boletas y al robo de votos, y por otra parte por el fraude del voto cadena o por las trampas que se realizan durante el escrutinio, que hacen necesario tener varios fiscales. Esto hace que en cada mesa de votación deban haber hasta 15 fiscales que, debido al robo de boletas en el cuarto oscuro, tengan que entrar cada 3 o 5 votantes a chequear que la oferta electoral esté representada. Como consecuencia, las colas en las mesas de votación son largas y lentas. Además, debido a las trampas que se hace durante el escrutinio, peligra la representatividad del voto.

En todas provincias argentinas donde el sistema ha sido implementado, la diferencia entre el escrutinio provisiorio y el definitivo es cero, lo que deja en claro que el sistema de boleta única electrónica ayuda a disminuir el fraude electoral, agiliza el momento del sufragio y del escrutinio y, de este modo, fortalece de manera integral el proceso electoral en su conjunto.

En resumen, el problema del sistema de surfagio no es en sí el sistema, sino las personas. Los fiscales y los punteros son los que cometen todas las acciones para que el sistema esté como está: roban boletas, ponen boletas falsas en las mesas y hasta anulan votos que no deberían ser anulados. La forma de solucionar esto es a través de la boleta única electrónica que garantiza la oferta electoral y elimina la nulidad de votos.

Por otro lado, debido a la cantidad de cargos que a veces se eligen en los distritos, el escrutinio puede durar horas y, sumado al cansacio de los presidentes mesa, se puede caer en errores durante el recuento. Este problema también se soluciona con la boleta única electrónica.

La boleta única electrónica, entonces, asegura la presencia de todos los candidatos y partidos, agiliza y transparenta el conteo de votos, evita la nulidad de los votos y evita el hurto de boletas.

(*) Diputado nacional por Tierra del Fuego.